La vocación mercedaria de fray Agustín Leonardo
Sobre la Orden de Santa María de la Merced para la Redención de los Cautivos, la tradición mercedaria fija en la noche del 1 al 2 de agosto de 1218 una intervención especial de la Virgen María. Una experiencia mariana que iluminó la mente de Pedro Nolasco y movió su voluntad para que convirtiera esa hermandad de redentores en Orden Religiosa y que continuara, bajo la bendición de la Iglesia y protección del rey de Aragón, la obra comenzada. El 10 de agosto de 1218 en la catedral de Barcelona el obispo Berenguer de Palou, en presencia del rey Jaime I, impuso el hábito blanco a Pedro Nolasco y a otros doce compañeros y lo colocó a la cabeza de la nueva familia religiosa, que se denominará de Santa María de la Merced para la Redención de los Cautivos. Cuando el rey Jaime I apoya a San Pedro Nolasco en la fundación de la Orden de la Merced contaba con alrededor de 10 años.
La advocación de los mercedarios es la Merced[1], referida a María, está vinculada con el nacimiento de la Orden. Santa María de la Merced, que se celebra 24 de septiembre, significa la merced por excelencia de redimir cautivos. Como explica el padre Vázquez, si bien María inspira a Nolasco la fundación de una Orden consagrada a redimir cristianos de la cautividad sarracena, la advocación es posterior. La Orden se llamó durante el primer tiempo de "Santa Eulalia" por el lugar donde se fundó.
Respecto a la fundación de la Orden de la Merced, en una lápida situada en el Monasterio de la Merced de Barcelona, cuyo análisis recoge una compulsa de documentos del antiguo archivo de la Merced en Barcelona[2], se confirma el 10 de agosto, día de san Lorenzo, de 1218. Dicha lápida estaba en el puente que comunicaba el convento con el coro de la iglesia e indicaba en catalán: "Aquest es lo Prime Monastir del Orde de la Verge Mª de Merce a X de Agost fundat ani MCCXV...", lo que quiere decir "Aquí está el primer monasterio de la Virgen María de la Merced fundado el 10 de agosto de 1218". Las tres barras finales están desdibujadas, pero en el análisis los expertos especifican, con inclusión de declaraciones de testigos, que se tenía que tratar del año 1218. Precisamente en 2018 se celebró el Jubileo de la Merced por el 800 aniversario desde su fundación.
Sobre la presencia mercedaria a continuación figura una relación de encomiendas[3] con las que contaba Aragón y sus fechas de fundación, lo que nos da idea de la amplia presencia mercedaria. Destacamos algunos conventos de Aragón con su fecha de fundación más relacionados con la vida de fray Agustín Leonardo: Barcelona (1218), Zaragoza (1224), Olivar (1260), Huesca (1263) Sangüesa (1299), Tarazona (1299), Barbastro (1317), Estella (1317) y Montblanch o Monblanc (1317).
En la trayectoria del fray Agustín Leonardo hasta ahora era conocido que tomó el hábito en el convento mercedario de Tarazona en 1609 y que profesó al año siguiente en el convento de Zaragoza. Sin embargo, su trayectoria más detallada dentro de la Orden de la Merced no era muy conocida. Por ejemplo, sus nombramientos como comendador de Montblanc (Tarragona) en 1631, como comendador de Sangüesa (Navarra) en 1634, su cargo como definidor por la Provincia de Aragón en 1637 o su reconocimiento como Presentado de Púlpito en 1640.
Al ser el padre Leonardo un pintor de gran relevancia, era crucial tratar de encontrar posibles obras realizadas en las zonas donde transcurrieron sus diferentes destinos. El principal problema en esta búsqueda ha sido la tendencia de fray Agustín Leonardo a no firmar todos sus lienzos, lo que dificulta la identificación de muchas obras seguramente perdidas.
El novicio fray Agustín Leonardo en 1609 en el convento de la Merced de Tarazona
En el convento de la Merced de Tarazona fundado en 1299 fue donde entró fray Agustín Leonardo como novicio en 1609. El convento de Mercedarios es la sede actual del Conservatorio de Música de Tarazona que apreciamos en la siguiente imagen.
Coincidiendo con la toma del hábito como novicio de fray Agustín Leonardo en Tarazona se inicia el 1 de mayo de 1609 el Capítulo Provincial de la Orden[4] en el convento de San Agustín de Calatayud, siendo fray Alonso Monroy el maestro general, fray Domingo Ussabeaga (también figura Usaviaga) provincial y fray Lucas Buendía comendador de Tarazona. Al cierre de ese Capítulo de Calatayud de 1609, el 4 de mayo fue elegido comendador de Tarazona el padre presentado Hieronimo Fuertes. Firmaron el acta del cierre del Capítulo fray Alonso Monroy como maestro general y fray Bernardo Papiol como provincial.
La Fundación Tarazona Monumental publica en su web[5] un interesante resumen e imágenes sobre la Iglesia de la Merced de Tarazona y el ex convento de los padres mercedarios:
Los frailes mercedarios llegaron a Tarazona en el año 1300. De acuerdo con su particular carisma de pobreza, se dedicaron a recaudar limosnas con las que sufragar la liberación de prisioneros cristianos en tierras musulmanas. Como su única preocupación era la labor redentora, recorrieron diferentes enclaves urbanos hasta que en el siglo XV el Obispado les cedió parte del solar de la vieja parroquia de Santa Cruz del Rebate, desaparecida en el último tercio del siglo XIV, durante la Guerra de los Dos Pedros, junto a la plaza del Mercado, centro neurálgico de la vida económica turiasonense.
A partir de distintas fuentes documentales sabemos que su oratorio primitivo era una fábrica de dos naves separadas por arcos, con una capilla al final de cada una. Se hallaba orientado hacia el este y ocupaba aproximadamente el solar de la sacristía actual. La capilla mayor estaba dedicada a Nuestra Señora de la Merced, imagen que servía de titular a un desaparecido retablo llevado a cabo por el pintor Jerónimo Vallejo Casida en 1545. A pesar de las estrecheces que debía presentar el templo medieval, los turiasonenses no dejaban de establecer lazos religiosos con los frailes. De hecho, al menos desde el siglo XVI varias cofradías buscaron sede allí creando sus propios altares: la de Nuestra Señora de los Dolores, congregación eminentemente religiosa; la de San Crispín y San Crispiniano, del gremio de zapateros; la de San Eloy, de los plateros; la de los Santos Cosme y Damián, de médicos, cirujanos y boticarios; la de la Virgen de las Nieves, de tejedores de lienzos; y la de la Santísima Cruz, de los mancebos pelaires.
A finales del siglo XVI, los mercedarios comenzaron a encontrarse incómodos con su pequeño edificio e iglesia conventuales, por lo que pidieron ayuda al concejo para renovarlos. Una vez que la autoridad municipal dio su aprobación empezaron a adquirir las casas que lindaban con sus propiedades para iniciar, con el respaldo económico de familias tan influyentes como la de los Conchillos, la edificación de un nuevo templo. En 1629 firmaron el contrato para su construcción con el maestro de obras vecino de Vera de Moncayo, Jerónimo Baquero y diez años más tarde ya se había concluido. La fábrica que hoy podemos contemplar reúne las características de los templos conventuales prototípicos de la arquitectura clasicista desarrollada en nuestro país entre 1575 y 1650. Se trata de un espacio de planta de cruz latina con capillas entre los contrafuertes, cubierto con bóveda de cañón con lunetos, cabecera plana y coro alto a los pies. La cúpula sobre tambor que cubre el tramo central del crucero, levantada en el siglo XVIII, substituye a la media naranja ciega original. Por su parte, la fachada está inspirada en los modelos arquitectónicos del italiano Andrea Palladio. Está presidida por una portada cuya decoración pertenece igualmente al más puro vocabulario clasicista. En ella destaca la imagen de Nuestra Señora de la Merced representada como la Virgen de la Misericordia que abre su manto para proteger a la cristiandad.
En el interior del templo la pieza de mayor calidad es el retablo mayor. Fue erigido entre 1734 y 1737 por el hermano lego de la Orden y escultor fray Pedro Puey Esponera. Esta magnífica obra sigue muy de cerca las particularidades artísticas del arquitecto y escultor José Benito de Churriguera y refleja un programa iconográfico totalmente mercedario en el que figuran sus principales religiosos como el fundador, San Pedro Nolasco, que preside el ático. En el crucero, dos pequeños retablos, también churriguerescos, sirven de marco a sendos óleos sobre lienzo que representan las visiones celestiales de San Pedro Nolasco y San Ramón Nonato, uno de los santos más importantes de la Merced.
Hasta 1717 los frailes no pudieron abordar la construcción de las dependencias conventuales. Configuran un edificio de planta irregular condicionado por el solar en el que se ubica. Consta de cuatro plantas cuyas fachadas alternan ventanas con balcones adintelados. Su portada principal se alinea con la de la iglesia y está compuesta por un arco de medio punto rematado por una hornacina que cobija la imagen de San Pedro Nolasco, todo decorado con motivos tópicos del Barroco. Tras la desamortización del ministro Mendizábal de 1835, este inmueble pasó a ser propiedad municipal y albergó muy diversos usos escuelas, mercado, viviendas, hasta que en 1988, después de una acertada rehabilitación, se convirtió en la sede del Conservatorio de Música de la ciudad dedicado a Raquel Meller, actriz y tonadillera nacida en Tarazona en 1888. El templo sirve como auxiliar de la parroquia de San Andrés de la catedral.
En el estudio que realiza el mercedario Devesa Blanco [6] sobre el mobiliario artístico de la Merced de Tarazona del año 2002, figura la siguiente imagen de un retablo de San Ramón Nonato (Fotografía de Antonio Ceruelo) del convento de la Merced de Tarazona. El lienzo que lo preside representa la Aparición de Jesús y María a San Ramón Nonato, que prefiere la corona de espinas que le ofrece Jesús a la corona de rosas que tiene María en las manos. El santo, de rodillas, aparece vestido con sobrepelliz y muceta cardenalicia sobre el hábito mercedario. Tiene la mirada fija en el Redentor que le presenta la corona de espinas.
El cuadro dedicado a san Ramón Nonato guarda muchas similitudes con el situado en la ermita de Santa Ana de Carenas (Zaragoza). En Carenas es donde nació el coetáneo de fray Agustín Leonardo, el venerable fray Juan de Molina. En la ermita de Santa Ana se encuentra junto su retrato atribuido a Leonardo la capilla dedicada al mercedario San Ramón Nonato. Se desconoce el autor del retablo y los cuadros que representan momentos clave de la vida del santo que no están firmados, pero merece la pena darlos a conocer como se aprecia en las siguientes imágenes.
La profesión como fray Agustín Leonardo de Selma en Zaragoza
En 1224 se
funda en Zaragoza el Real Convento de San Lázaro, que tuvo entre sus cometidos,
durante varios siglos, la atención como lazareto y hospital a los leprosos y a
otros enfermos de la ciudad. Con el paso del tiempo, el convento se erigió en
el principal centro religioso del Arrabal y en uno de los más destacados de la
ciudad. La descripción que de sus dependencias hace fray Francisco de Neyla a
finales del siglo XVII nos cuenta que tenía una iglesia de cruz latina de
grandes proporciones, con ocho capillas, tres sacristías y numerosos retablos,
imágenes religiosas, lienzos provenientes de Italia y otras riquezas. Además,
en el convento había dos claustros, uno de ellos con un pozo cuya agua era
famosa en toda la ciudad por su calidad y pureza, una gran biblioteca, sala
capitular, jardín, celdas para los frailes y dependencias hospitalarias en las
que se atendía a los enfermos. Además, en la parte cercana al río, disponía de
un imponente muro que protegía las instalaciones conventuales de las intensas
crecidas del Ebro.
Durante los Sitios
de Zaragoza el convento de San Lázaro fue arrasado casi por completo, ya que
sirvió de baluarte defensivo de la ciudad por el norte, y en sus inmediaciones
se vivieron algunos de los combates más cruentos para proteger el acceso al
Puente de Piedra. Tras la desamortización de Mendizábal, en 1835, el solar del
antiguo convento se convirtió en el cuartel de San Lázaro, y su entorno vivió
un importante desarrollo a finales del siglo XIX, impulsado por la llegada del
ferrocarril y la instalación en sus inmediaciones de la Estación del Norte,
constituyéndose uno de los asentamientos tradicionales más importantes de la
Margen Izquierda.
En la vida del padre Leonardo figura que profesó como fray Agustín Leonardo de Selma en el Convento de San Lázaro de Zaragoza y aunque no se especifica la fecha, lo normal era profesar un año después por lo que sería en 1610. En la siguiente imagen se aprecia un dibujo (restaurado) que se encontraba en el Archivo del Monasterio de Santa María del Puig del convento de San Lázaro realizado por fray Ramón Lisbona en 1835.
Veremos que como poeta en Valencia, donde participará fray Agustín en un torneo poético en 1621, también usa como segundo apellido Selma, aunque no exista explicación al respecto.
En octubre de 2016 pude visitar gracias a la Asociación "Tío Jorge" del Arrabal el Centro de Interpretación del Real Convento de san Lázaro (Balcón de San Lázaro) con los restos del claustro del pozo. En dicho convento el coetáneo de Leonardo fray Juan de Molina y Entrena fue el comendador más destacado, con una vida llena de prodigios y en cuya Capilla del Eccehomo fue enterrado en 1652. Los voluntarios de la Asociación de Vecinos Tío Jorge-Arrabal coordinaron con todo cariño las visitas cada primer sábado del mes. Actualmente el enclave se encuentra cerrado pendiente de algunas reparaciones.
A continuación figuran algunas imágenes y un video tomados en San Lázaro
[1] Fray Luis VÁZQUEZ FERNÁNDEZ, "Santa María de la Merced", Colección Familia Mercedaria, n.º 2, pp. 4-5. La web www.mercedaragon.org incluye amplia información sobre la Orden de La Merced.
[2] © Archivo Histórico Provincial de Huesca. ES/AHPHU-U-000355, Universidad Sertoriana, Revisión del Archivo del Monasterio de la Merced de Barcelona, 1721-1722, p. 62 v.
[3] Fray Amerio BLANCO, "Los Provinciales de la Merced en Aragón", Boletín Orden de la Merced. Año XXI, Julio-Septiembre, 1933, p. 220.
[4] A.C.A., Órdenes Religiosas y Militares, Monacales-Hacienda, Volumen 2659, p. 123, p.126v. y p. 127.
[5] https://tarazonamonumental.es/monumentos/iglesia-de-nuestra-senora-de-la-merced/. Una referencias interesante sobre el convento de la Merced de Tarazona es la siguiente: Carretero Calvo, Rebeca. El Convento de Nuestra Señora de la Merced de Tarazona Estudio histórico-artístico. Tarazona (Zaragoza): Centro de Estudios Turiasonenses, Diputación de Zaragoza, 2003.https://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/24/02/_ebook.pdf
[6] Devesa Blanco, Fr. J. El mobiliario artístico de la iglesia de la Merced de Tarazona. Turiaso Nº 16, 2002, pp. 295-308. El texto completo está publicado en Dialnet: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=858458
© María Pilar Saura Pérez del texto e imágenes, salvo las facilitadas por diversas instituciones. Obra realizada sin ánimo de lucro para la divulgación histórica y devocional mercedaria.









